3.11.10

A veces uno toca un cuerpo y lo despierta...


Amo este cuerpo que me ata
El pezón erguido sobre el pecho triste
La breve amargura de su boca
El tierno desamparo de sus pies.
Amo este cuerpo que me atrapa y el espejo
Donde ese cuerpo se refleja y se hace uno
El bello abismo de su sexo
Su dulce continencia
Su fondo azul
El clítoris mojado que medita.
Amo este cuerpo que me ata y me condena
Ser de esta simple simetría
Hembra que se habita solitaria
Amando aquel otro cuerpo que refleja
Desesperada
Dentro de un espejo
Que ya no existe.


Doris Moromisato













EL JARDÍN DE TUS DELICIAS
• Flores, pedazos de tu cuerpo;
• me reclamo su savia.
• Aprieto entre mis labios
• la lacerante verga del gladiolo.
• Cosería limones a tu torso,
• sus durísimas puntas en mis dedos
• como altos pezones de muchacha.
• Ya conoce mi lengua las más suaves estrías de tu oreja,
• y es una caracola.
• Ella sabe a tu leche adolescente,
• y huele a tus muslos.
• En mis muslos contengo los pétalos mojados
• de las flores.
• Son flores pedazos de tu cuerpo.



Ana Rossetti (De: Breviario del deseo: Poesía erótica escrita
por mujeres )













• A veces uno toca un cuerpo y lo despierta
• por él pasamos la noche que se abre

• la pulsación sensible de los brazos marinos
• y como al mar lo amamos

• como a un canto desnudo
• como al solo verano

• Le decimos luz como se dice ahora
• le decimos ayer y otras partes

• lo llenamos de cuerpos y de cuerpos
• de gaviotas que son nuestras gaviotas

• Lo vamos escalando punta a punta
• con orillas y techos y aldabas

• con hoteles y cauces y memorias
• y paisajes y tiempo y asteroides

• Lo colmamos de nosotros y de alma
• de collares de islas y de alma

• Lo sentimos vivir y cotidiano
• lo sentimos hermoso pero sombra.


Homero Aridjis



PINTURAS: Nicoletta Tomas Caravia

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