7.10.10

LAWRENCE ALMA-TADEMA (II). LA MADUREZ DEL ARTISTA.



En 1870 Lawrence Alma-Tadema se estableció en Londres. Atrás quedaron los años de aprendizaje y de joven pintor independiente en Amberes y Bruselas que hemos visto en un artículo anterior. Su decisión no pudo ser más exitosa porque al poco tiempo adquirió la nacionalidad británica y se convirtió en uno de los mejores y más representativos pintores victorianos. En esta presentación puedes ver una selección de algunas de sus cerca de 400 obras.

Desde su llegada a Londres su estilo se definió por completo.

* Se centró en la Antigüedad romana básicamente como temática de sus cuadros. A diferencia de otros pintores academicistas que prefirieron un mundo griego idealizado, Alma-Tadema prefirió tratar momentos, anécdotas, de la sociedad romana más hedonista y opulenta: sus ritos religiosos, sus fiestas, los rituales de cortejo entre amantes, los baños, personajes y anécdotas... Pero poniendo siempre como protagonista a la mujer, a la que también representa calma en la intimidad de sus domus.



Sus obras son composiciones que beben en muchas fuentes literarias y arqueológicas. Se puede decir que Alma-Tadema es un pintor que hizo una pintura popular que atrae a través de los sentidos, pero a su vez también buscó crear una complicidad con un público selecto y erudito. Solo esta minoría es capaz de descubrir los detalles que dan veracidad a sus cuadros: la reconstrucción arqueológica e histórica de la escena, la sátira o la ironía que hay en alguna imagen aparentemente banal o la inspiración en una poesía de Catulo, Horacio o Juvenal.


* Técnicamente su obra también atrajo por numerosas razones.

1. Sus cuadros son un goce sensual por el dominio que tiene en la plasmación de las texturas y de la calidad de los objetos. Es el maestro de los mármoles, de las flores, de las telas lujosas, de las cráteras de plata, de la piel delicada...
2. Sus colores son brillantes y armónicos, de una belleza cromática ideal.
3. Aquellos cuadros ambientados en parajes con fondos de mar y cielos azules, que pudieran ser del golfo de Nápoles, nos muestran un dominio de la luz comparable a la de Joaquín Sorolla.
4. Algunas de sus composiciones son muy atrevidas, especialmente me gustan las de las mujeres que se asoman a un vacío buscando con la mirada a algo o a alguien fuera del cuadro.

Su obra desde 1870 hasta su muerte en 1912 es mucha. Por lo que es difícil destacar un cuadro en concreto de su amplia producción. Nos centraremos en Esquina panorámica (1895) por lo representativo que es de todo lo que he comentado más arriba.



Representa a tres mujeres que asomadas en una terraza de mármol contemplan los barcos que se acercan a la costa. El artista pinta una perspectiva espectacular. El lugar podría ser una villa marítima de Capri (la de Tiberio) o de la ciudad de Baiae, en definitiva el Mediterráneo.


Las mujeres parecen ricas aristócratas vestidas a la moda con finos vestidos y adornadas con flores y joyas. La luz del medio día deslumbra al reflejar sobre las aguas y el mármol. Todo es placer y sensualidad.

































































































*Isabella

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